En la consagración 
Monseñor Arcadio y Nuestro eparca Teofanos
El servidor en la Iglesia
Continuando con nuestro estudio, pudimos aprender que el servidor mayor es cristo Jesús y que su jerarquía eclesiástica es de origen apostólico, inspirado y neotestamentaria, Cristo es el centro de la unidad, y la jerarquía representa en nuestros parámetros esa misa realidad.
El presbítero desde el comienzo del cristianismo tiene la asignación de predicar la palabra con celo y entendimiento, dar a conocer el valor de Reino, buscar desinteresadamente el Reino de Dios, que significa justicia, su tarea principal es que debe tener “el arte de enseñar” en el sentido de poner en obra la sabiduría adquirida, o en otras palabras poner en practica lo que enseña.
El presbítero en los primeros siglos está asignado en una “comunidad presbiteral”, su apego a la verdad el prestar el oído para saber captar el sentido de los problemas de su comunidad es clave para poder cumplir la función pastoral encomendad en su parroquia.
Siempre se pide en la Divina Liturgia por nuestras autoridades, por nuestro patriarca y obispos buscando la unidad que viene siempre de lo alto, el sacerdote es un servidor no es más que otro pero tiene la oportunidad de ejercer “la consagración” de los dones. Como dice San Vianey “solo en el cielo comprenderemos que significa ser un sacerdote”. Hay que aclarar que valoramos el amor a los fieles que todos tratamos en cada día vivirlo en la tarea que Jesús nos da, eso es santificarse, prestarse al servicio seglar en el mundo para dar el ejemplo y ser portadores de luz.
Nuestra nueva autoridad Monseñor Arcipreste Arcadio, siempre nos invita a buscar primero el don y lo que Dios nos da, aprendiendo cada día y sabiendo llevar las situaciones que se nos presenta, siempre teniendo a Cristo en nuestra mira. Lo de cada día viene de Dios y tenemos no que entristecernos sino reflejar la alegría de de Dios, no caerse, no entristecerse, no contristar el Espíritu santo, viviendo la bendición que pedimos a Dios, sí Monseñor Arcadio, en sus labores cotidianas apostólicas y pastorales, “da el aliento” en buscar lo positivo, no tener miedo sino mirar hacia delante confiando plenamente en el Señor.
Pidamos a la Teotocos que bendiga el ministerio de Nuestro Arcipreste Monseñor Arcadio, para que lo guié por el sendero de la luz brillante que siempre refleja en su alegría y paz.
Fray Estephanos
El presbítero desde el comienzo del cristianismo tiene la asignación de predicar la palabra con celo y entendimiento, dar a conocer el valor de Reino, buscar desinteresadamente el Reino de Dios, que significa justicia, su tarea principal es que debe tener “el arte de enseñar” en el sentido de poner en obra la sabiduría adquirida, o en otras palabras poner en practica lo que enseña.
El presbítero en los primeros siglos está asignado en una “comunidad presbiteral”, su apego a la verdad el prestar el oído para saber captar el sentido de los problemas de su comunidad es clave para poder cumplir la función pastoral encomendad en su parroquia.
Siempre se pide en la Divina Liturgia por nuestras autoridades, por nuestro patriarca y obispos buscando la unidad que viene siempre de lo alto, el sacerdote es un servidor no es más que otro pero tiene la oportunidad de ejercer “la consagración” de los dones. Como dice San Vianey “solo en el cielo comprenderemos que significa ser un sacerdote”. Hay que aclarar que valoramos el amor a los fieles que todos tratamos en cada día vivirlo en la tarea que Jesús nos da, eso es santificarse, prestarse al servicio seglar en el mundo para dar el ejemplo y ser portadores de luz.
Nuestra nueva autoridad Monseñor Arcipreste Arcadio, siempre nos invita a buscar primero el don y lo que Dios nos da, aprendiendo cada día y sabiendo llevar las situaciones que se nos presenta, siempre teniendo a Cristo en nuestra mira. Lo de cada día viene de Dios y tenemos no que entristecernos sino reflejar la alegría de de Dios, no caerse, no entristecerse, no contristar el Espíritu santo, viviendo la bendición que pedimos a Dios, sí Monseñor Arcadio, en sus labores cotidianas apostólicas y pastorales, “da el aliento” en buscar lo positivo, no tener miedo sino mirar hacia delante confiando plenamente en el Señor.
Pidamos a la Teotocos que bendiga el ministerio de Nuestro Arcipreste Monseñor Arcadio, para que lo guié por el sendero de la luz brillante que siempre refleja en su alegría y paz.
Fray Estephanos
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