Homilía día 27 de Febrero del 2011
Mateo 6,24-34
En el nombre el Padre y del Hijo y del Espíritu Santo Amén.
En el Evangelio se nos invita a buscar la conveniencia y la profundización en la perseverancia, la alabanza a Dios es un modo de acercarse para saber su voluntad.
Las Santas Escrituras y los Padres de la Iglesia confirman esta realidad, en el día del juicio nos van a juzgar como en Sodoma. En la Carta a los Hebreos, San Pablo afirma que seremos juzgados por Cristo. Romanos 14 “Ante Dios” dice el relato, pasara el relato de nuestra vida. En Apocalipsis capítulo 20 esta nuestra conducta registrada.
La enseñanza de la Iglesia es trasmitida, el infierno es eterno y existe. El infierno es la separación de Dios, se llama ahora a la conversión pasar por la puerta angosta, es tarea dura, pero seremos felices gozando del encuentro con la Palabra de Dios. Nadie esta predestinado para el infierno, solo el que persiste y no se arrepiente, o sea rechaza de plano el arrepentimiento. La Iglesia implora el arrepentimiento. En las escrituras hebreas el profeta Isaías, describe a Dios como “ternura” no desea la destrucción del ser vivo, es una ternura mayor que la terrenal donde hay preocupación, si decidimos amarlo estamos para esto, Dios nos permite esta decisión, el castigo es la separación y frustración eterna y dolor en el corazón
El cielo es la comunión de los santos donde están los ángeles y María Santísima, con Cristo compartimos la gloria, es mas allá de nuestro entendimiento “ojo no ha visto ni oído” (1 Cor 2, 9) tenemos la anticipación de la visión beatifica del cielo, es un deseo de corazón de muchos santos.
Entonces en el Evangelio se destaca estos cuatro ítems:
a- Buscar primero el Reino de Dios y su justicia y todas las cosas le serán añadidas.
b- No ser distraídos apartarse del pecado.
c- No servir a dos amos porque servirá a uno y depreciara al otro.
d- Cada día buscar el Reino.
Nuevamente repasamos los cuatro puntos:
1- Dios invita a compartir la vida ¿por qué existimos? El quiere compartir su vida, nos da oportunidades (por ejemplo en el banquete de bodas) sale al encuentro, para dejar de estar ocupados y llenos de problemas. Es nuestro Creador, el goza con nuestra alegría compartiendo la vida.
2- Los pecados son perdonados, y el pecado no perdonable es el rechazar el acercamiento continúo del Espíritu Santo, recibiendo lo que merecemos, experimentando la alegría de nuestra salvación.
3- Dios desea nuestra salvación, Cristo “murió por nosotros”, nos da esperanza y ¿cuál es la virtud de esperanza? Yo se que Dios me da todo para la salvación. El buen Dios me da lo que necesito, para mi salvación y es su deseo la felicidad eterna para cada uno de nosotros.
4- Estar alegres y felices, hay una experiencia de un servidor San Timoteo, El apóstol san pablo habla de él en Filipenses 2, 19-23, donde el vuelve y hace felices y alegres a los que tiene a su cuidado, contagiando al otro su estado de ánimo, ayudando con la alegría, El rosario, su recitación meditada, es el mejor remedio que podemos recibir de Dios, llevar una vida de entrega, amar a Dios, orar y tener vida de caridad olvidándose de las necesidades del mundo. Preocuparse por las cosas importantes de este mundo, lo eterno, el hermano quiere dar su aliento, acompaña con su alegría, ayuda no esperando recompensa, busca el Reino y su Voluntad, llevando una vida en caridad y amor a Dios.
La instrucción, es que El cielo, es de una belleza que excede nuestra imaginación, solo vemos una sombrea de su magnificencia, recordemos que todos hemos sido creados para llegar al cielo y disfrutar a Dios. Rezar a Dios para poder verse vernos como Él los ve.
el Señor nos bendiga a todos
Mateo 6,24-34
En el nombre el Padre y del Hijo y del Espíritu Santo Amén.
En el Evangelio se nos invita a buscar la conveniencia y la profundización en la perseverancia, la alabanza a Dios es un modo de acercarse para saber su voluntad.
Las Santas Escrituras y los Padres de la Iglesia confirman esta realidad, en el día del juicio nos van a juzgar como en Sodoma. En la Carta a los Hebreos, San Pablo afirma que seremos juzgados por Cristo. Romanos 14 “Ante Dios” dice el relato, pasara el relato de nuestra vida. En Apocalipsis capítulo 20 esta nuestra conducta registrada.
La enseñanza de la Iglesia es trasmitida, el infierno es eterno y existe. El infierno es la separación de Dios, se llama ahora a la conversión pasar por la puerta angosta, es tarea dura, pero seremos felices gozando del encuentro con la Palabra de Dios. Nadie esta predestinado para el infierno, solo el que persiste y no se arrepiente, o sea rechaza de plano el arrepentimiento. La Iglesia implora el arrepentimiento. En las escrituras hebreas el profeta Isaías, describe a Dios como “ternura” no desea la destrucción del ser vivo, es una ternura mayor que la terrenal donde hay preocupación, si decidimos amarlo estamos para esto, Dios nos permite esta decisión, el castigo es la separación y frustración eterna y dolor en el corazón
El cielo es la comunión de los santos donde están los ángeles y María Santísima, con Cristo compartimos la gloria, es mas allá de nuestro entendimiento “ojo no ha visto ni oído” (1 Cor 2, 9) tenemos la anticipación de la visión beatifica del cielo, es un deseo de corazón de muchos santos.
Entonces en el Evangelio se destaca estos cuatro ítems:
a- Buscar primero el Reino de Dios y su justicia y todas las cosas le serán añadidas.
b- No ser distraídos apartarse del pecado.
c- No servir a dos amos porque servirá a uno y depreciara al otro.
d- Cada día buscar el Reino.
Nuevamente repasamos los cuatro puntos:
1- Dios invita a compartir la vida ¿por qué existimos? El quiere compartir su vida, nos da oportunidades (por ejemplo en el banquete de bodas) sale al encuentro, para dejar de estar ocupados y llenos de problemas. Es nuestro Creador, el goza con nuestra alegría compartiendo la vida.
2- Los pecados son perdonados, y el pecado no perdonable es el rechazar el acercamiento continúo del Espíritu Santo, recibiendo lo que merecemos, experimentando la alegría de nuestra salvación.
3- Dios desea nuestra salvación, Cristo “murió por nosotros”, nos da esperanza y ¿cuál es la virtud de esperanza? Yo se que Dios me da todo para la salvación. El buen Dios me da lo que necesito, para mi salvación y es su deseo la felicidad eterna para cada uno de nosotros.
4- Estar alegres y felices, hay una experiencia de un servidor San Timoteo, El apóstol san pablo habla de él en Filipenses 2, 19-23, donde el vuelve y hace felices y alegres a los que tiene a su cuidado, contagiando al otro su estado de ánimo, ayudando con la alegría, El rosario, su recitación meditada, es el mejor remedio que podemos recibir de Dios, llevar una vida de entrega, amar a Dios, orar y tener vida de caridad olvidándose de las necesidades del mundo. Preocuparse por las cosas importantes de este mundo, lo eterno, el hermano quiere dar su aliento, acompaña con su alegría, ayuda no esperando recompensa, busca el Reino y su Voluntad, llevando una vida en caridad y amor a Dios.
La instrucción, es que El cielo, es de una belleza que excede nuestra imaginación, solo vemos una sombrea de su magnificencia, recordemos que todos hemos sido creados para llegar al cielo y disfrutar a Dios. Rezar a Dios para poder verse vernos como Él los ve.
el Señor nos bendiga a todos
Fr Estephanos
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