La oración un vinculo perfecto de unión
Pedido de oración de salud
Agradecimientos
Enseñanzas de Francisco de la Caridad, Archieparca del Patriarcado Ortodoxo Bielorruso Eslavo en toda la República Argentina.
Fundador de la Hermandad de los Nazareos.
Con la bendición del Lic. Archidiácono Baasil, nazareo.
Para que el sacerdote este preparado espiritualmente es vital el cuidarse físicamente y espiritualmente, en la recitación de esta oración por la salud: la óptica siempre esta centrada en Cristo, en el Pantócrator.
“Tú eres el Logos Eterno, rebajado del Padre que has tomado carne mortal; muerto en la Cruz y resucitado al tercer día, nos has concedido que miremos Tu santa Cruz en el perdón en tu gran misericordia y amor.
¡Que inmensos son tus caminos y misteriosos tus decisiones!
¡Alabanza a ti, Señor, por encima de los serafines, de los querubines y de los arcángeles, de los tronos, potestades! Tú y las bendiciones de los ángeles, las de los apóstoles y de los profetas, de los patriarcas, de los santos y mártires, unimos nuestras voces, por la salud de ………….
Tú has venido para absolver nuestros pecados; nosotros te cantamos, maravilloso Pantócrator; tú eres el Pastor Excelente de las ovejas, enviado por el Padre.
Tú eres el Cristo, el liberador, la verdad, el camino y la vida, la resurrección, nacido de la Doncella María.
Bebemos en el Potir de la Cristificación, fuego terrible es.
Líbranos por siempre del malo
Recibiremos con reverencia tu Cuerpo Santísimo y Tu Sangre Preciosísima, nos saciaremos de tu dulzura, Señor, Kyrios. Nos has dado el verdadero mana del cielo: el hombre ha comido el pan de los ángeles. Tú eres el Kephale, tú tienes a Tú Iglesia.
Amémonos los unos a los otros, porque Dios es agape. El que ama a su hermano ha nacido de Dios y lo contempla, y en él es perfectísima la caridad.
Padre santo, da paz a los sacerdotes, que reparten el Cuerpo de Cristo; da la paz, la salud, a los gobernantes y al pueblo, que reciben el Cuerpo de Cristo. Amén.
Señor Pantócrator, da el bienestar saludable en cuerpo y alma a tus sacerdotes, para que festejen en tu altar la celebración de la Divina Liturgia.
Señor da salud a tus sacerdotes para que celebren en el altar.
Señor da salud y alegría a tus sacerdotes para que cantes el Akatistos.
Señor da obediencia a tus sacerdotes para que sean sumisos a sus obispos.
Señor dales mansedumbre a tus sacerdotes a la manera de ser manso y humilde de corazón.
Señor da la santidad a tus sacerdotes que es fruto del Espíritu Santo, amor, gozo, paz paciencia, benignidad, bondad, apacibilidad y templanza.
Señor permite a tus sacerdotes despojarse del hombre viejo y vestirse del hombre nuevo
Señor ayuda a tus sacerdotes arroparse de la armadura espiritual.
Señor ayuda a tus sacerdotes alejarse del espíritu de la soberbia.
Señor, permite a tus sacerdotes celebrar tus Santos Vivificantes dones por la gloria de tu nombre.
Dios todopoderoso y eterno por la intercesión de la Doncella la virgen María concédenos la salud.
Pedimos por lo sacerdotes en la salud, a través de san Pantaleón, de san Nicolás de Mira y Capadocia.
Nunca se ha oído que tu desprecias la oración de su siervos, por eso recurrimos a la Doncella María, para que nuestras peticiones sean alcanzadas en tu misericordia, ante ti Nuestro Señor. Amíñ.
Reflexión: La oración por la salud es muy buena porque fortifica el espíritu, surge la luz como tabória uniéndolo con sus hermanos, como los gránulos de una granada, donde hay cohesión, cuando se reza se trae luz a las personas, si, es muy bueno rezar con fe y esperanza, siempre esperando en el Señor que el quiere lo mejor para nosotros, al orar hay un encuentros de dos esferas diferentes, nuestro mundo y el celestial donde la conexión nos trasmite energía como una usina.
El aporte esencial a nuestro cuerpo en una dieta sana y equilibrada, permite la desintoxicación del cuerpo, mantenerse vigilante en los alimentos, no comer “alimentos satíricos”, que entorpecen nuestro corazón, además hay que dejar los alimentos que no son naturales.
Tomar mucha, mucho agua, dejar el alcohol que es vicio y veneno para el alma y el espíritu, ¿queremos ser santos? Entonces hay que dedicarse al rezo a La Liturgia, al canto del Santo. Recordar, el obtener el beneficio espiritual por medio de la reflexión de la Palabra, de la Filokalia, siempre digo que de los santos Padres de la Iglesia se obtiene el tesoro valioso y sencillo de la palabra, el santo Macario de Alejandría, ilustra con su vida el transmitir luz incluso se irradia luz a los difuntos cuando rezamos.
Cristo padeció dolores e injusticias terribles, en su cuerpo santo, nosotros sus ministros ordenados podemos no esperar menos, pero en la bondad de Dios, recurrimos a su protección para obtener la paz, dice el salmo 3 en la oración matutina en el versículo 5 “Yo me acosté y dormí, Y desperté, porque Jehová me sustentaba.” La confianza se referirse a la asombrosa calma y seguridad del ánimo de David en medio de sus peligros, se entiende desde el Evangelio, es la entrega incondicional a Dios, encomendando, en oración, su persona y su causa a Dios, y estando seguro de su protección, como en un escudo, su corazón estaba tranquilo y en paz.
Cuidar nuestro cuerpo y alma, es nuestra misión el único envase que tenemos, así haremos solo el bien por nosotros mismos. Doy gracias a mis nazareos que en los rezos, mantienen viva la llama del altruismo, y en especial a los sacerdotes de la Iglesia pedimos por el Arcipreste Mitrado, axios Arcadio, de sus prédicas, celo apostólico y al Reverendísimo Padre Evaristo en comunión en la fraternidad, en la misión.
La oración es fortaleza para la comunidad sobre todo cuando se reza da fortaleza en comunión entre todos. Pidamos al Señor, que todo lo puede por todos los obispos y amistades, en especial por Mijail obispo trabajador incansable a favor de sus hermanos.
Agradézcote por la enseñanzas de S E Rev. Rómulo Braschi, patriarca, por su elocuencia, instrucciones que muestran su preparación mística en los asuntos eclesiásticos, filosóficos y teológicos, donde resalta las bienaventuranzas y la intuición, en donde se afirma en la fe de los apóstoles.
A Evaristo, sacerdote, amante de la misión, en la predicación del Kerigma, de la Salvación enseñando que Cristo nos deja el camino de la pasión, muerte y resurrección.
Por la Humildad del Diácono Hermes, siervo siempre disponible, para arremangarse y estar al lado en la necesidad cuando más se lo necesita.
Al secretario, Diácono Pilatos, por su empatía, por sus convicciones y celo en la defensa de la fe ortodoxa.
Y en especial, por todos los que continuamente, apoyan esta obra de Dios donde nosotros tratamos de dedicar el templo, el templo de Dios, para la unidad de la oración, para expresar el amor al Creador, al Señor, pedimos siempre por los que están presentes, recordamos a los ausentes que no están en este mundo, sinceramente creo que el esfuerzo que realizan en acercarse a su Procatedral San Jorge, muestran no solo su amor a su obispo sino al Dios que todo lo ve.
La misión del sacerdote es reavivar la acción de las gracias que Dios ha puesto en ti.
Creo en el día de la Cena del Señor, que es la parte sustantiva, con fe y amor como la Celebración en el día del Señor de los días.
Compromiso solemne sagrado, me regala su Palabra, el rencuentro de la familia, y la restitución como comensal.
Por ejemplo en la época de los mártires y bienes, nos legaron una herencia llena de instrucciones celestiales.
Podemos resaltar dos puntos de La liturgia Eucarística:
· Es mandado.
· No podemos vivir la separación de la Liturgia, es una contemporaneidad
La asistencia en la Liturgia es una norma, un precepto, se ejerce obediencia en esa internalización, en un vínculo obligatorio que va más allá de la mera “obligación”.
La Vivencia con fidelidad al día del Señor se vive irradiando la fe, en el
Revestirse que significa inducirse, compartir, familia, pobres enfermos, visitas es un día del fuego santo del Espíritu Santo.
Debemos recuperar en nuestro pueblo las enseñanzas de los Santos Padres, de su mística, relación, puente con Dios, en la oración, en la luz Tabórica, que no podemos fijar en estructuras mentales, si el prestar oído al la Litúrgica a la oración contemplación icnográfica, aceptar esto es aceptar la confianza que Dios puso a la humanidad, no olvidando que Dios sufrió en la carne , es un rebajamiento una no resistencia a la voluntad de Dios
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