Nuestras autoridades apostólicas
Una momento de meditación
Su Beatitud Athanasios
El Archipreste Mitrado Arcadio
La
comunicación con Dios.Temas
selectos del
Archieparca Francisco
De la Caridad
Por Fr + Estephanos
Para
acceder a Dios hay que poseer un corazón de siervo, el que le agrada a Dios, el
servidor es aquel que colabora de buena gana con espíritu de gozo y en
obediencia a su Obispo. El Obispo, en carácter
de autoridad apostólica, en conjunto con las demás iglesias, se preocupa de su
comunidad, de lo común, para lo que no siendo privativamente, se extiende, pertenece en dar a otros
ortodoxos el calor y aliento que necesitan, incluso la disciplina. Ser Obispo,
Archimandrita, hegumen, significa la atención y el desgaste en relación al
prójimo, que se brinda con caridad por la Iglesia. El “llamado” no es para
cualquiera, no se compra, no se alquila, no es una asignación política. El
pensamiento clave es que Dios hace lo que quiere y como quiere, y articula el
cuerpo de la Iglesia según su designio divino. Dios nos coloca en el lugar
indicado para ser usado en su gloria, concentrarnoslo en lo que Dios nos ha dado,
es por una fuerza mayor de Dios para compartir la palabra de Dios.
Nuestro
Obispo, en su celo, va en su auto o
camioneta a recoger a las personas en
necesidad, y los alimenta con algo caliente para apaciguar el hambre. Lo que le
da Dios, lo que le ha colocado, lo usa para Cristo. Dios ha colocado a los miembros en el cuerpo
como quiso. La sonrisa y la atención genuina nunca esta ausente, este es el espíritu de La Hermandad de los Nazareos,
cada uno es importante para Dios.
En
la nueva vida del creyente bautizado,
recibe la iluminación, la marca, recuperando el sentido de ser
discípulo, en palabras de Tertuliano no se vuelve cristiano, se convierte en
cristiano. Este es el mensaje del santo Evangelio de San Marcos, anunciado por
Francisco De la Caridad, las buenas noticias de Dios.
La
universalidad de la Iglesia llega hasta los confines, para los gentiles (Hechos
de los Apóstoles 2, 41), los hebreos de la diáspora, los ateos, los griegos.
Ellos cambiaron de vida, con la claridad,
que ser cristiano no es una etiqueta o insignia, sino una nueva vida. El Evangelio
centralizado en la vida parroquial de los primeros siglos, dió su fruto, en un
pensamiento práctico, de pueblo, donde todos se conocen y se
festejan las alegrías y lloran las penalidades. Hoy en el siglo XXI, hay una
despersonalización, en la vida de la parroquia, un desconocimiento de las
actividades y carismas que se encuentran en la vida de comunidad. Lo bueno es que
en las
ciudades, se trabaja, se estudia, se transita por distancias considerables, pero no sabemos
quien esta a nuestro lado. Recuperar a la parroquia en el sentido de ser la
comunidad de comunidades, porque tiene origen apostólico, y no puede ser
suplantada por alguna clase de asociación filantrópica, es la actividad del
Archieparca Francisco De la Caridad, que nos exhorta a dejar ese “alejamiento
progresivo”, que en otras palabras se
encuentran en el Evangelio de San Juan capitulo 5, versículo 11, en la conversación del Señor con Nicodemo
y en San Juan 3, 7, donde para participar de la vida
divina, hay que reconocer nuestros errores, pecados y ser
salvos por la cruxifición de Cristo.
2) Padre, Señor, Rey.
Hay
tres palabras claves que siempre resalta Monseñor Francisco De la Caridad es que Dios es Padre ante todo, el respeto al
Rey es total y absoluta, Padre, Señor y Rey merece nuestro amor como siervos,
damos nuestra labor, y como súbditos nuestra fidelidad, de este modo comenzamos
a refrescarnos y aprovechar La Divina
Liturgia para adorar al Único, (…………………..)
Recordar
que somos importantes en el cuerpo de Cristo estamos en un féretro dedicado a Dios,
no estando ausente su Espíritu, donde se deleita en usar a cada uno de sus
hijos.
3) Campanillas e incienso:
Las
campanillas es el modo como en los ritos de las diferentes Iglesia se llama al silencio,
a la presencia de Dios, en abrir nuestros oídos para captar el sentido de la Presencia
de Dios, el no se fue , está, desapareció, y
lo encontramos en los Santos y Vivificantes Dones, La Divina Eucaristía,
se esconde y nos asimila. Las campanillas, que decoran el turíbulo y que en el arte de la orfebrería hay muchos
de estilos diferentes, señalan el uso de la teoría en práctica, queriendo decir
que buscamos el silencio en la Iglesia en el sonido de las campanillas, al
invocar el sacerdote al Santo Espíritu.
Las campanillas, y el turibulo, siempre están limpios, brillantes encargados siempre
al Hermano nazareo, en limpiarlos con la técnica adecuada ya que no se quiere
alterar el noble metal. El sonido retumba y llama y nos recuerda el esfuerzo de
acercarnos y aceptar a Cristo.
4) El incienso.
Como
aroma fragante, sube el incienso ante la bendición de manos del sacerdote a las
especies mezcladas en el turíbulo, para desprender el exquisito aroma de
fragancia. El humo se esparce por la Iglesia, incluso impide la visión, y es
ahí que nos esforzamos por enfocarnos en el Altar, para prestar atención a las
palabras y gestos del presbítero. Francisco De la Caridad, alecciona a sus hermanos
nazareos, a recibir el aroma fragante en posición de bendición, esto es, poner
una mano encima de la otra en posición de cuenca, o el ademán con los
brazos de impregnarse del incienso que nos limpia y sube como oración
al cielo.
5) La Cruz
Cada
bendición es dada por la autoridad eclesiástica de la Iglesia, con la Cruz del Archieparca, o del Eparca, sentados de
mayor a menor en jerarquía, y el párroco
como Archipreste Mitrado, en este caso
el muy Rev. Padre Arcadio da la
bendición con la Santa Cruz, deseando el bien al otro, que como enseña monseñor
Francisco De la Caridad, es desear el bien desinteresadamente, buscar el bien,
eso es amor practico y cristiano.
El
beso a la santa Cruz, al Evangeliario, y a Potir, es respetar la Paternidad, el
Señorío y la Realeza del Dios omnipotente.
Dios
En su inmanencia no esta oculto, imprime su poder incondicional en sus
criaturas, es omnisciente, todo existe porque
su conocimiento precede.
El
Todopoderoso, su poder esta detrás de toda realidad finita.
En
la Providencia todo viene de Dios, no impone su voluntad con su amor da origen
a todo, es la creación continua de relación con Dios, sumergirse con Dios
encontrando al hermano.
Él
esta presente, providente y no esta distante, alcanza con su poder que empuja
de acuerdo a su santo y divino propósito. Es la meta de Dios y su orden es
dulce no es violenta. Solo hay que tomar
la bendición.
En
la complación se inquiere siempre aclarar las dudas, en un Dios que es un Padre amante. En las pruebas no cobija en la ternura, es el motivo
de amor a las leyes de Jesús, anunciando
con sinceridad y propósito, con el coraje proclamando a Dios con la vomitad férrea, con la
palabra y testimonio seguido con la fidelidad, es el don de lo verdaderos discípulos.
La
Palabra y testimonio en el martirio, cuya sangre santificó el suelo, Dios es el centro de la propia tierra, la
palabra de Dios precede a la bondad,, a la belleza y la sobrepasa o sea es Jesucristo,
la palabra que se hace carne y se queda con nosotros. La Santa Cena es un memorial,
reconocemos la palabra de Dios dirigida a su pueblo, apreciamos que la belleza
y el cariño de Dios se reflejan en los hombres. Damos gracias al Señor por
nuestros sacerdotes, en especial por el padre Obispo Francisco De la Caridad.
6) Conoce, ama y afirma,
Es
lo que se pide en la misión mediante el consejo, la inspiración y victoria,
para todo aquel que anuncia la salvación como San Juan Bautista
Demos
siempre gracias a Dios porque esta presente en todas partes y todo lo llena tesoro
de todo bien. Solicitamos por la protección de nuestro Obispos y arciprestes. Solicitamos en la mas humilde y
sincera oración seguir participando en La Liturgia para acceder a la
comunicación con el Dios que todo lo puede. Que el señor Jesucristo nos proteja
y bendiga. Que María, en la advocación de nuestra Señora del Camino nos guíe.
Amíñ
No hay comentarios:
Publicar un comentario