La Hermandad de los Nazareos. Los elementos y sus energías.

La unidad en los Hermanos Nazareos.

Los nazareos salvaguardia de la naturaleza.
La meditación

La meditación en la hora de los nazareos, es conectarse con lo trascendente vaciarse de uno mismo, en el sentido de aceptar el reposo, ¿qué es el reposo? Es simplemente reposar en el Espíritu Santo, dejar que nuestro ser se tranquilice, dejar no solo los ruidos sino aprender a utilizar los demás sentidos.
Todo los que nos rodea, desde lo visible hasta lo invisible, de una manera u otra se conecta con nosotros, influye como la luna actúa y deja sentir su influencia en las mareas, también en nosotros las diferentes energías actúan pudiéndose utilizar esa fuente para la edificación y el bienestar espiritual de todos, no creamosque no estamos somentidos a las leyes del unverso material cordel mismo modo que el resto de la creación. La pregunta que surge es ¿cuáles son la características espirituales que el nazareo posee para ayudar a otros? La respuesta es fácil, primero amar, responder desde lo espiritual, dejarse moldear por el Espíritu, se recuerda siempre que el bienestar espiritual es lo mas importante, sucederá lo que debe pasar, y que se debe ser feliz, encontrando el sentido de la vida. Nuestra oración debe estar de acuerdo con nuestro obrar. Conceder más valor al hacer que al ser no colabora a establecer el equilibrio fundamental en que toda persona que necesita para dar a su existencia un sólido fundamento en la masa de roca segura y una finalidad valida, en otras palabras
La naturaleza es obra de la creación del Dios, se capta que hay misterios que no podemos responder, pero en cuyas páginas se revela el misterio de la vida. La naturaleza actúa independientemente de nosotros y nos recuerda en ocasiones que debemos respetarla, donde la belleza y la grandeza nos hablan de Dios y del favor al hombre como colaborador en su cuidado. Cada piedra, cada risco, cada estanque de agua, lleva en si la fuerza activa o espíritu que los hace ser lo que es. No tenemos una actitud escatológica, solo esperamos en Dios, y queremos sacarnos “lo sucio e inservible de nosotros”. Cumplimos la misión de ser cuidadores de lo que nos rodea, celadores, en el tiempo de Dios, en su tiempo, lo trascendente, lo que esta encima y nos supera, nos cuida, somos seres personales para El Eterno con nombre y apellido.
Cada árbol, cada planta, los elementos tienen su sonido vital, por el cual podemos aprovecharnos de ese beneficio. Se cuenta que san Bernardo escuchaba a los árboles en ese susurrar imperceptible, algo similar con Merlín.
Tenemos que esforzarnos para aprender a ejercitar nuestra mente a entrenarnos como atletas en el gimnasio de la Palabra. La alimentación sana nos brindará un espíritu sano. Cada vida, tiene derecho a la existencia por su sola dignidad. La palabra trasciende el universo físico, nosotros tratamos desde nuestro humilde lugar aprender, “ver” y “conocer”, la palabra que precede el universo. Las letras están inscriptas en nuestra atmósfera, no la vemos, es un tejido único celestial espiritual que se enlaza con lo visible produciendo la vida que conocemos. Cada Nazareo respeta cada ser, no critica está en silencio, aprende se coloca el manto de Juan el Bautista, de Sansón, de Samuel, lo principal es el aceptar la voz del pastor excelente que nos habla por medio de lo inesperado, de lo extraño. La meditación nos conecta con ese ser trascendente, la escalera que nos conectar como hilo conductor es afianzada en la roca del amor, confiando con corazón de hijo en la Providencia. Es interesante que en un cuadro de …..donde el padre recibe al hijo prodigo, si se observa se verá que el padre en el abrazo al hijo que vuelve, tiene una mano masculina “ruda” y otra femenina “maternal suave”, dando a entender , el cariño maternal de Dios que es padre y madre en nosotros.
Cada letra, cada palabra, cada piedra, sale la fuerza que se propaga en el ambiente, como una bobina eléctrica, nosotros captamos al cerrar los ojos esa energía y “llenamos nuestra mente con escritos piadosos, con los ojos del pensamiento abiertos al diálogo fraternal.
Cada experiencia, cada suceso impredecible es causa, no decimos que es una accidente o casualidad, como actores en este mundo participamos y podemos hacerlo mejor.
La naturaleza la amamos, ese amor es de cuidado, de principio, exige autoridad y denuedo. Nuestra autoridad la de los Nazareos es al recibir la imposición de manos, la de servir; se transmite la autoridad del hermanamiento por el “uso del manto de Elías el profeta", por los Nazareos Mayores. El odio no crea, solo el amor crea y tiene su raíz en la fe, estas palabras deben inscribirse en nuestro corazón. Todos tenemos la salvaguardia del mundo que Dios ha creado con sabiduría y amor. (Salmo 104)
Nuestra responsabilidad es:
a) proteger nuestro ambiente ecológico.
b) Colaborar con aquellas poblaciones que son el reflejo de Dios.
c) Sensibilizar la relación del punto de conexión entre el desarrollo humano y el cuidado de la creación
d) Destacar el sentido profundo religioso de ser celadores ejerciendo un influjo en la percepción de la vida. Las decisiones que tómenos serán coherentes y prácticas en la medida que estén en armonía con las leyes de Creador, el hábitat le pertenece y llevamos grabada la imagen de Él. Dios crea, y pide que nos la “creativididad”, percibiendo donde ha necesidades dar la palabra e consuelo cultivando la apertura del espíritu que exige la calidad dando un testimonio veraz.
Tenemos la pecularidad de relacionarnos en esta tierra con este reino de la naturaleza del medio ambiente de los recursos humanos, del ecosistema, pero el centro es Dios.