Liturgia Maronita
“Que tu intercesión nos proteja siempre, ¡oh Madre purísima!, y ayúdanos en las necesidades según tus deseos. Somos desterrados en esta tierra y tenemos ante los ojos siempre nuestro fin, y, así y todo, muchos de los nuestros perecen. Ayúdanos con tus oraciones, ¡oh Doncella misericordiosa! y sé siempre nuestra abogada para que nuestra mala voluntad no nos pierda. Bendita y Santa María, ruega a Dios por nosotros, ya que tú llevaste en el seno, para que se apiade de nosotros por tu intercesión”. Amén
“Que tu intercesión nos proteja siempre, ¡oh Madre purísima!, y ayúdanos en las necesidades según tus deseos. Somos desterrados en esta tierra y tenemos ante los ojos siempre nuestro fin, y, así y todo, muchos de los nuestros perecen. Ayúdanos con tus oraciones, ¡oh Doncella misericordiosa! y sé siempre nuestra abogada para que nuestra mala voluntad no nos pierda. Bendita y Santa María, ruega a Dios por nosotros, ya que tú llevaste en el seno, para que se apiade de nosotros por tu intercesión”. Amén
SANTORAL MES DE AGOSTO.
Con la bendición del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amíñ
Por nuestro Archieparca Franc de la Caridad, de la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava para la Republica Argentina
La Asunción de Nuestra Señora.- 15 de agosto
Subió Cristo nuestro Salvador a los cielos, y dejó a su benditísima Madre y Señora nuestra en la tierra, para que en ausencia de aquel sol de justicia, brillase ella como luna de serenos resplandores en medio de la primitiva cristiandad ; y enseñase a los apóstoles , instruyese a los evangelistas, esforzarse a los mártires, alentase a los confesores y encendiese en el amor de la pureza a las vírgenes, y a todos consolase, y ayudase con su ejemplo y magisterio, quince años sobrevivió nuestra Señora a su Hijo bendito, observando como dicen los santos padres , con gran perfección los consejos evangélicos obedeciendo lo que los apostoles le decian como san Pedro, Santiago y Juan como piedras fundamentales les ordenaba, frecuentando los sagrados lugares donde se habían obrado los misterios de nuestra Redención, comulgando cada día de mano del discípulo amado san Juan , a quien Jesús le había encomendado. Dice san Dionisio que la vió y trató, que “resplandecía en ella una divinidad tan grande que si la fe no lo corrigiera, pensaran todos que era Dios, como lo era su Hijo.”. Aunque el Señor la preservó, en el sentido de ser la Toda Santa sin mácula de pecado, no quiso preservarla de la muerte del cuerpo, para que en esto imitase, a Jesús, y para que mereciese mucho , venciendo la natural repugnancia que tiene la carne a morir , y se compadeciesen de los que mueren , por quien paso por aquel trance , ya que había de ser nuestra abogada en la hora de la muerte . Es pía tradición que asistieron a su dichoso tránsito los santos apóstoles con Hieroteo, Timoteo, Dionisio Areopagita, y otros varones apostólicos que con veas encendidas rodeaba el lecho de la Virgen: y que en habiendo expirado, no por dolencia alguna, sino por enfermedad de amor y deseo de ver y abrazar a su divino Hijo glorioso; sepultaron honoríficamente su inmaculado cuerpo en el Huerto de Getsemaní, con muchas flores ungüentos oloroso y especies aromáticas. Más no era conveniente que aquella verdadera arca del Testamento padeciese corrupción, y así se cree que los tres días resucito la madre, como había resucitado su Hijo unigénito, el cual la vistió de inmortalidad y de claridad y hermosura sobre todo lo que se puede explicar y comprender, y la llevó sobre las alas de los querubines en triunfal procesión hasta lo mas alto del cielo, y hasta el trono de la santísima Trinidad. Allí fue coronada por las tres Personas divinas, con inefable gloria y regocijo de todas las jerarquías y coros celestiales. Coronóla el Padre con diadema de Potestad, el Hijo con corona de Sabiduría, el Espíritu Santo con corona de Caridad. Allí fue aclamada por soberana Princesa de los ángeles, arcángeles, tronos, dominaciones, potestades, querubines y serafines, y por Reina de los apóstoles, de los mártires, de los confesores, de las vírgenes, y de todos los santos; y finalmente allí fue constituida Emperatriz del universo, y Reina y soberana de todas las criaturas.
Reflexión: creyendo, pues ahora, con viva fe, que esta excelsa Señora
tan encumbrada y gloriosa no solo es Madre de Dios, sino también madre adoptiva nuestra , Reina de misericordia, y dulcísima abogada de los pecadores, acudamos todos lo días a ella con gran confianza en su maternal bondad , suplicándole que no nos deje de su mano, a fin de que por su poderosa intercesión alcancemos seguramente la vida y gloria eterna.
Oración: Suplicámoste, señor que perdones a tus siervos los pecados de que son reos , para que ya que no podemos agradaros por nuestras obras, seamos salvados por la intercesión de la santa Madre de vuestro Hijo, nuestro señor Jesucristo, que contigo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén. ( pag 239)
TU CUERPO ES SANTO Y SOBREMANERA GLORIOSO
Los santos Padres y grandes doctores , en las homilías y disertaciones dirigidas al pueblo en la fiesta de la Asunción de la Madre de Dios, hablan de este hecho como de algo ya conocido y aceptado por los fieles y lo explican con toda precisión, procurando sobre todo hacerlo comprender que lo que se conmemora en esta festividad es no solo el hecho de que el cuerpo sin vida de la Virgen María no estuvo sujeto a la corrupción, sino también su triunfo sobre la muerte y su glorificación en el cielo , a imitación de su Hijo único Jesucristo
Y, así, san Jun Damasceno, el mas ilustre trasmisor de esta tradición, comparado la asunción de la santa Madre de Dios con sus demás dotes y privilegios, afirma , con elocuencia vehemente.
“Convenía que aquella que en el parto había conservado intacta su virginidad conservara su cuerpo también después de la muerte libre de la corruptibilidad. Convenía que aquella que había llevado al Creador como un niño en su seno tuviera después su mansión en el cielo. Convenía que la esposa que el Padre había desposado, habitara en el tálamo celestial .Convenía que aquella que había visto a su Hijo en la Cruz y cuya alma había sido atravesada por la espada del dolor, del que se había visto libre en le momento del parto, lo contemplara sentado a la derecha del Padre .Convenía que la Madre de Dios poseyera lo mismo que su Hijo y que fuera venerada por toda criatura como Madre y esclava de Dios.”
Según el punto de vista de san Germán de Constantinopla, el cuerpo de la Virgen María, la Madre de Dios, se mantuvo incorrupto y fue levado al cielo , porque así lo pedía no solo el hecho de la maternidad divina, sino también la peculiar santidad de su cuerpo virginal.
“Tú, según está escrito, te muestras con belleza; y tu cuerpo virginal es todo santo, todo es casto, todo él morada de Dios, todo lo cual hace que este exento de disolverse y convertirse en polvo, y que, sin perder su condición humana, sea transformado en cuerpo celestial e incorruptible, lleno de vida y sobremanera glorioso, incólume y partícipe de la vida perfecta.”
Otro antiquísimo escritor afirma:
“La gloriosísima Madre de Cristo, nuestro Dios y Salvador, dador de la vida y de la inmortalidad, por él es visitada con un cuerpo semejante al suyo en la incorruptibilidad, ya que él la hizo salir del sepulcro y la elevo hacia sí mismo, del modo que solo Él conoce.”
Todos estos argumentos y consideraciones de los santos Padres se apoyan, como en su último fundamento, en la Sagrada Escritura; ella, en efecto, nos hace ver a la santa Madre de Dios unida estrechamente a su Hijo divino y solidaria siempre de su destino.
Y sobre todo hay que tener en cuenta que, ya desde el siglo segundo, los santos Padres presentan a la Virgen María como la nueva Eva asociada al nuevo Adán, íntimamente unida a él, aunque de modo subordinado, en la lucha contra el enemigo infernal , lucha que , como se anuncia en el protoevangelio, había de desembocar en una victoria absoluta sobre el pecado y la muerte , dos realidades inseparables en los escritos del Apóstol de los gentiles. Por lo cual, así como la gloriosa resurrección de Cristo fue la parte esencial y el último trofeo de la victoria, así también la participación que tuvo la santísima Virgen en esta lucha de su Hijo había de concluir con la glorificación de su cuerpo virginal, ya que como dice el mismo Apóstol: Cuando esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: “La muerte ha sido absorbida en la victoria.”
Por todo esto la augusta Madre de Dios ,unida a Jesucristo de modo arcano, desde toda la eternidad , por un mismo y único decreto de predestinación , inmaculada en su concepción, virgen integérrima en su divina maternidad , asociada generosamente a la obra del divino Redentor, que obtuvo un pleno triunfo sobre el pecado y sus consecuencias , alcanzó finalmente como suprema coronación de todos sus privilegios , el ser preservada inmune de la corrupción del sepulcro y , a imitación de su Hijo , vencida la muerte , ser llevada en cuerpo y alma a la gloria celestial , para resplandecer allí como reina a la derecha de su Hijo, el rey Inmortal por los siglos.
Con la bendición del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amíñ
Por nuestro Archieparca Franc de la Caridad, de la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava para la Republica Argentina
La Asunción de Nuestra Señora.- 15 de agosto
Subió Cristo nuestro Salvador a los cielos, y dejó a su benditísima Madre y Señora nuestra en la tierra, para que en ausencia de aquel sol de justicia, brillase ella como luna de serenos resplandores en medio de la primitiva cristiandad ; y enseñase a los apóstoles , instruyese a los evangelistas, esforzarse a los mártires, alentase a los confesores y encendiese en el amor de la pureza a las vírgenes, y a todos consolase, y ayudase con su ejemplo y magisterio, quince años sobrevivió nuestra Señora a su Hijo bendito, observando como dicen los santos padres , con gran perfección los consejos evangélicos obedeciendo lo que los apostoles le decian como san Pedro, Santiago y Juan como piedras fundamentales les ordenaba, frecuentando los sagrados lugares donde se habían obrado los misterios de nuestra Redención, comulgando cada día de mano del discípulo amado san Juan , a quien Jesús le había encomendado. Dice san Dionisio que la vió y trató, que “resplandecía en ella una divinidad tan grande que si la fe no lo corrigiera, pensaran todos que era Dios, como lo era su Hijo.”. Aunque el Señor la preservó, en el sentido de ser la Toda Santa sin mácula de pecado, no quiso preservarla de la muerte del cuerpo, para que en esto imitase, a Jesús, y para que mereciese mucho , venciendo la natural repugnancia que tiene la carne a morir , y se compadeciesen de los que mueren , por quien paso por aquel trance , ya que había de ser nuestra abogada en la hora de la muerte . Es pía tradición que asistieron a su dichoso tránsito los santos apóstoles con Hieroteo, Timoteo, Dionisio Areopagita, y otros varones apostólicos que con veas encendidas rodeaba el lecho de la Virgen: y que en habiendo expirado, no por dolencia alguna, sino por enfermedad de amor y deseo de ver y abrazar a su divino Hijo glorioso; sepultaron honoríficamente su inmaculado cuerpo en el Huerto de Getsemaní, con muchas flores ungüentos oloroso y especies aromáticas. Más no era conveniente que aquella verdadera arca del Testamento padeciese corrupción, y así se cree que los tres días resucito la madre, como había resucitado su Hijo unigénito, el cual la vistió de inmortalidad y de claridad y hermosura sobre todo lo que se puede explicar y comprender, y la llevó sobre las alas de los querubines en triunfal procesión hasta lo mas alto del cielo, y hasta el trono de la santísima Trinidad. Allí fue coronada por las tres Personas divinas, con inefable gloria y regocijo de todas las jerarquías y coros celestiales. Coronóla el Padre con diadema de Potestad, el Hijo con corona de Sabiduría, el Espíritu Santo con corona de Caridad. Allí fue aclamada por soberana Princesa de los ángeles, arcángeles, tronos, dominaciones, potestades, querubines y serafines, y por Reina de los apóstoles, de los mártires, de los confesores, de las vírgenes, y de todos los santos; y finalmente allí fue constituida Emperatriz del universo, y Reina y soberana de todas las criaturas.
Reflexión: creyendo, pues ahora, con viva fe, que esta excelsa Señora
tan encumbrada y gloriosa no solo es Madre de Dios, sino también madre adoptiva nuestra , Reina de misericordia, y dulcísima abogada de los pecadores, acudamos todos lo días a ella con gran confianza en su maternal bondad , suplicándole que no nos deje de su mano, a fin de que por su poderosa intercesión alcancemos seguramente la vida y gloria eterna.
Oración: Suplicámoste, señor que perdones a tus siervos los pecados de que son reos , para que ya que no podemos agradaros por nuestras obras, seamos salvados por la intercesión de la santa Madre de vuestro Hijo, nuestro señor Jesucristo, que contigo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén. ( pag 239)
TU CUERPO ES SANTO Y SOBREMANERA GLORIOSO
Los santos Padres y grandes doctores , en las homilías y disertaciones dirigidas al pueblo en la fiesta de la Asunción de la Madre de Dios, hablan de este hecho como de algo ya conocido y aceptado por los fieles y lo explican con toda precisión, procurando sobre todo hacerlo comprender que lo que se conmemora en esta festividad es no solo el hecho de que el cuerpo sin vida de la Virgen María no estuvo sujeto a la corrupción, sino también su triunfo sobre la muerte y su glorificación en el cielo , a imitación de su Hijo único Jesucristo
Y, así, san Jun Damasceno, el mas ilustre trasmisor de esta tradición, comparado la asunción de la santa Madre de Dios con sus demás dotes y privilegios, afirma , con elocuencia vehemente.
“Convenía que aquella que en el parto había conservado intacta su virginidad conservara su cuerpo también después de la muerte libre de la corruptibilidad. Convenía que aquella que había llevado al Creador como un niño en su seno tuviera después su mansión en el cielo. Convenía que la esposa que el Padre había desposado, habitara en el tálamo celestial .Convenía que aquella que había visto a su Hijo en la Cruz y cuya alma había sido atravesada por la espada del dolor, del que se había visto libre en le momento del parto, lo contemplara sentado a la derecha del Padre .Convenía que la Madre de Dios poseyera lo mismo que su Hijo y que fuera venerada por toda criatura como Madre y esclava de Dios.”
Según el punto de vista de san Germán de Constantinopla, el cuerpo de la Virgen María, la Madre de Dios, se mantuvo incorrupto y fue levado al cielo , porque así lo pedía no solo el hecho de la maternidad divina, sino también la peculiar santidad de su cuerpo virginal.
“Tú, según está escrito, te muestras con belleza; y tu cuerpo virginal es todo santo, todo es casto, todo él morada de Dios, todo lo cual hace que este exento de disolverse y convertirse en polvo, y que, sin perder su condición humana, sea transformado en cuerpo celestial e incorruptible, lleno de vida y sobremanera glorioso, incólume y partícipe de la vida perfecta.”
Otro antiquísimo escritor afirma:
“La gloriosísima Madre de Cristo, nuestro Dios y Salvador, dador de la vida y de la inmortalidad, por él es visitada con un cuerpo semejante al suyo en la incorruptibilidad, ya que él la hizo salir del sepulcro y la elevo hacia sí mismo, del modo que solo Él conoce.”
Todos estos argumentos y consideraciones de los santos Padres se apoyan, como en su último fundamento, en la Sagrada Escritura; ella, en efecto, nos hace ver a la santa Madre de Dios unida estrechamente a su Hijo divino y solidaria siempre de su destino.
Y sobre todo hay que tener en cuenta que, ya desde el siglo segundo, los santos Padres presentan a la Virgen María como la nueva Eva asociada al nuevo Adán, íntimamente unida a él, aunque de modo subordinado, en la lucha contra el enemigo infernal , lucha que , como se anuncia en el protoevangelio, había de desembocar en una victoria absoluta sobre el pecado y la muerte , dos realidades inseparables en los escritos del Apóstol de los gentiles. Por lo cual, así como la gloriosa resurrección de Cristo fue la parte esencial y el último trofeo de la victoria, así también la participación que tuvo la santísima Virgen en esta lucha de su Hijo había de concluir con la glorificación de su cuerpo virginal, ya que como dice el mismo Apóstol: Cuando esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: “La muerte ha sido absorbida en la victoria.”
Por todo esto la augusta Madre de Dios ,unida a Jesucristo de modo arcano, desde toda la eternidad , por un mismo y único decreto de predestinación , inmaculada en su concepción, virgen integérrima en su divina maternidad , asociada generosamente a la obra del divino Redentor, que obtuvo un pleno triunfo sobre el pecado y sus consecuencias , alcanzó finalmente como suprema coronación de todos sus privilegios , el ser preservada inmune de la corrupción del sepulcro y , a imitación de su Hijo , vencida la muerte , ser llevada en cuerpo y alma a la gloria celestial , para resplandecer allí como reina a la derecha de su Hijo, el rey Inmortal por los siglos.
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