San Esteban, el joven Mártir.-
28 de Noviembre
El primero que sello con su sangre la fe de Jesucristo, fué el gloriosos san Esteban, uno de los siete varones escogidos entre los primeros cristianos, como hombres de mejor reputación y mas lleno del Espíritu Santo y de su sabiduría, a quienes encargaron los apóstoles la distribución de las limosnas a los pobres y a las viudas de Jerusalén, mientras ellos e ocupaban en predicar la divina palabra y en hacer la oración. Como san Esteban lleno de gracia y de poder de Dios, hiciese grandes prodigios y milagros en el pueblo, y el número de los discípulos, no solamente de los plebeyos , sino también de los sacerdotes , creciese en gran manera; levantáronse muchos judíos graves y doctos a disputar a Esteban; mas no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba: entonces sobornaron a algunos que dijesen haberles oído hablar palabras de blasfemias contra Moisés y Dios, y conmovieron al pueblo y a los ancianos a y a los escribas y arremetiendo a él , le arrebataron y trajeron el concilio acusándolo de blasfemo . Y en señal de su inocencia dispuso el Señor que todos los que en el concilio se hallaban puestos los ojos en el, viesen su rostro como el a un ángel.
Preguntóle el príncipe de los sacerdotes si eran verdad aquellos cargos que le hacían , y el probó con un largo y elocuente razonamiento como ni elos ni sus padres habian observado la ley, que el Señor por medio de Moisés , les haba dado ; antes al contrario duros de corazón , como eran y resistiendo siempre al Espíritu Santo habían perseguido y dado muerte a los profetas que les anunciaban a Cristo , a quien ellos acababan de condenar y crucificar oyeron estas razones concibieron grandes enojos contra el ; mas Esteban puestos los pjos en el cielo , vió la gloria de Dios y a Jesús a la diestra del Padre, dijoles él lo que veía; y ellos dando grandes voces , y tapándose los oídos por no oír lo que tenían por gran blasfemia , arremetieron a una contra el , y echándolo afuera de la ciudad de Jerusalén, le apredeaban; ya para hacerlo con mayor desembarazo y menos estorbo , se entregaron los entregaron a un mancebo , que se llamaba Saulo , y después fue el apóstol San Pablo , para que se lo guardase , siguieron pues, arrojando ciegos de furor y de rabia grandes piedras contra Esteban: mas con grande paz y no menor constancia , iba invocando el nombre de Jesús y pidiendo al Señor que recibiese su espíritu : y puestos de rodillas clamó a grandes voces : “Señor no les imputes este pecado “. Y dicho esto murió. Y Saulo consentía en su muerte. Y ese mismo día se realizó una gran persecución en aquella fervorosa Iglesia, que estaba en Jerusalén: y todos los discípulos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria , excepto los apóstoles que quedaron allí ocultos . Unos piadosos varones a pesar del tumulto, recogieron el apreciado cadáver de santo protomartir, lo llevaron a enterrar e hicieron gran llanto sobre él.
Reflexión: Ninguna región del orbe, dice San Agustín , ignora los meritos de este bienaventurado mártir , porque padeció en el origen de la Iglesia ,a saber en la misma ciudad de Jerusalén . Por confesar a Cristo fue apredeado de los judíos y mereció la corona que llevaba significado en su mismo nombre; porque Esteban en lengua griega vale lo mismo que corona. (San Agustín . sem. II, de S, Esteban)
Oración: Concédenos, Señor, que imitemos lo que veneramos, aprendiendo a perdonar a los enemigos; pues celebramos el nacimiento para el cielo de aquel que supo rogar por sus perseguidores a tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo. Amén.
28 de Noviembre
El primero que sello con su sangre la fe de Jesucristo, fué el gloriosos san Esteban, uno de los siete varones escogidos entre los primeros cristianos, como hombres de mejor reputación y mas lleno del Espíritu Santo y de su sabiduría, a quienes encargaron los apóstoles la distribución de las limosnas a los pobres y a las viudas de Jerusalén, mientras ellos e ocupaban en predicar la divina palabra y en hacer la oración. Como san Esteban lleno de gracia y de poder de Dios, hiciese grandes prodigios y milagros en el pueblo, y el número de los discípulos, no solamente de los plebeyos , sino también de los sacerdotes , creciese en gran manera; levantáronse muchos judíos graves y doctos a disputar a Esteban; mas no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba: entonces sobornaron a algunos que dijesen haberles oído hablar palabras de blasfemias contra Moisés y Dios, y conmovieron al pueblo y a los ancianos a y a los escribas y arremetiendo a él , le arrebataron y trajeron el concilio acusándolo de blasfemo . Y en señal de su inocencia dispuso el Señor que todos los que en el concilio se hallaban puestos los ojos en el, viesen su rostro como el a un ángel.
Preguntóle el príncipe de los sacerdotes si eran verdad aquellos cargos que le hacían , y el probó con un largo y elocuente razonamiento como ni elos ni sus padres habian observado la ley, que el Señor por medio de Moisés , les haba dado ; antes al contrario duros de corazón , como eran y resistiendo siempre al Espíritu Santo habían perseguido y dado muerte a los profetas que les anunciaban a Cristo , a quien ellos acababan de condenar y crucificar oyeron estas razones concibieron grandes enojos contra el ; mas Esteban puestos los pjos en el cielo , vió la gloria de Dios y a Jesús a la diestra del Padre, dijoles él lo que veía; y ellos dando grandes voces , y tapándose los oídos por no oír lo que tenían por gran blasfemia , arremetieron a una contra el , y echándolo afuera de la ciudad de Jerusalén, le apredeaban; ya para hacerlo con mayor desembarazo y menos estorbo , se entregaron los entregaron a un mancebo , que se llamaba Saulo , y después fue el apóstol San Pablo , para que se lo guardase , siguieron pues, arrojando ciegos de furor y de rabia grandes piedras contra Esteban: mas con grande paz y no menor constancia , iba invocando el nombre de Jesús y pidiendo al Señor que recibiese su espíritu : y puestos de rodillas clamó a grandes voces : “Señor no les imputes este pecado “. Y dicho esto murió. Y Saulo consentía en su muerte. Y ese mismo día se realizó una gran persecución en aquella fervorosa Iglesia, que estaba en Jerusalén: y todos los discípulos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria , excepto los apóstoles que quedaron allí ocultos . Unos piadosos varones a pesar del tumulto, recogieron el apreciado cadáver de santo protomartir, lo llevaron a enterrar e hicieron gran llanto sobre él.
Reflexión: Ninguna región del orbe, dice San Agustín , ignora los meritos de este bienaventurado mártir , porque padeció en el origen de la Iglesia ,a saber en la misma ciudad de Jerusalén . Por confesar a Cristo fue apredeado de los judíos y mereció la corona que llevaba significado en su mismo nombre; porque Esteban en lengua griega vale lo mismo que corona. (San Agustín . sem. II, de S, Esteban)
Oración: Concédenos, Señor, que imitemos lo que veneramos, aprendiendo a perdonar a los enemigos; pues celebramos el nacimiento para el cielo de aquel que supo rogar por sus perseguidores a tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo. Amén.
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