El Atalaya, como servidor de Dios.

El obispo en la comunidad de fieles.

Contribuido por el Hno Stephanos.

En la caridad cristiana tener en nuestra mente la habilidad de aprender siempre de las palabras de los obispos que son los que administran los asuntos de la Iglesia ¡que importante es estar en una sujeción en la caridad, no malamente, si en el gozo del Espíritu Santo!  Los obispos primero, sirven al otro en  la empatía,  están de su lado , su aroma es el perfume preferido de Maria Doncella, trabajan desde el silencio como san Timoteo, sus asuntos siempre primero en al búsqueda de Cristo, en oración y en  un fraternal encuentro en la coherencia, coincidencia en el amor preveniente y proveniente. Roguemos siempre por la salud física y espiritual de nuestros episkospos, Mar  Valerian, arzobispo de Portugal  nos explica muy acertadamente la asignación del profundo significado  del “ser obispo” siendo su razón de ser “la buena obra” o  “un encargo, una misión”. El ser y parecer van de la mano en la realización de los valores cristianos.

Monseñor Francisco de la caridad y el Archipreste Arcadio recorren largas distancias para el  apostolado, “Ser Obispo es estar en medio del pueblo, como un atalaya, una torre desde la cual se divisen los maltrechos, los hambrientos, los enfermos y los desheredados de este mundo…. y darle un abrazo a todos, aun a los que nadie daría, o como Franc  recoger cartón para dar alimentos a los niños…. Jefe de los jefes, Epis Kopos, es decir “Arriba del Cabeza “, o cabeza de la cabeza, ese es el significado etimológico….Ser Obispo es estar en medio del pueblo, como un atalaya, una torre desde la cual se divisen los maltrechos, los hambrientos, los enfermos y los desheredados de este mundo. Es la naturaleza del obispo “lo que da Esencia y propiedad característica de cada ser.”