En este tiempo litúrgico de Adviento, podemos notar como todos se preparan para las fiestas, que se avesinan, comprando regalos, y querer estar con sus seres queridos , sin embargo lo maravilloso de todo esto, es que Dios se hizo hombre asumió nuestra naturaleza, para ensalzarla, y así no por nosotros, sino por el sacrificio propiciatorio de Jesucristo podemos tener nuevamente un diálogo con el Creador, ahora, está en nuestra humildad y modestia reconocer que dependemos de Dios. Recordemos que Améerica a sido bendecida con la aparición de nuestra Señora de Guadalupe, no importa si es una advocación católica, lo que si es primordial que tenemos una madre que se acerca a nosotsro y que por medio de ella podemos disfrutar de la encarnación de Jesus.
Frater Estephanos
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