LUCAS 16, 1-13
La parábola del mayordomo astuto, sagaz y previsor.
25 º Domingo después de Pentecostés
En el nombre del padre y del hijo y del Espíritu Santo. Amiñ.
Hoy es el tercer Domingo vigésimo 25 después de Pentecostés. Se festeja hoy día 19 el Sexto día de la fiesta de la Exaltación, además de los Santos Mártires Trophimo, Sabatio y Dorymedont y la muerte del Príncipe Ortodoxo Theodoro y sus hijos David y Constantino, los milagrosos y san Javier
AMOS 8, 4-7
SALMOS 112
1 TIMOTEO 2, 1-8.
Hoy aprendemos como el Señor en su infinita sabiduría nos enseña parábolas o ilustraciones,
Dirigiéndose a los presentes a los apóstoles y tal vez a los creyentes, Jesús narró esta parábola conocida como la del mayordomo infiel, El siervo de esta parábola era el agente autorizado del Señor, pudiendo actuar con la autorización de su Señor, además de tener una carta poder, sabiendo que había llegado a su Señor las noticias de su mala administración, utilizo su tiempo sabiamente para realizar arreglos con los deudores, aunque seguramente llama la atención la astucia del mayordomo, el amo dice que actuó con sagacidad. Los que nos enseña Jesús es que los esfuerzos que realizamos no deben ser desganados, si todos nos preocupamos por utilizar las ganancias de esta tierra para obras útiles y , aun en el caso de este mayordomo astuto, que favoreció a los deudores y fue recibido, ¡con más razón los que trabajan por los bienes espirituales que son eternos!
Destacamos la prudencia la sagacidad, el celo, la previsión de este hombre diligente para un futuro que no conocía, que supo usar sin desviarse de lo legal en lo referente al patrimonio asignado por su Señor. Nosotros debemos aprender como los hijos de este siglo a ser diligentes, a ser sabios y prudentes en los usos y administración de “estas riquezas injustas”, porque conocemos el futuro que nos espera, esta es nuestra bendición, no se encomia en esta ilustración la falta de honradez de este mayordomo, sino se hace prevalecer la astucia con que debemos ejercer en los asuntos que podemos usar como medios para la obra del Señor, sabiendo de antemano el futuro que nos espera, un futuro que es eterno y feliz.
La parábola del mayordomo astuto, sagaz y previsor.
25 º Domingo después de Pentecostés
En el nombre del padre y del hijo y del Espíritu Santo. Amiñ.
Hoy es el tercer Domingo vigésimo 25 después de Pentecostés. Se festeja hoy día 19 el Sexto día de la fiesta de la Exaltación, además de los Santos Mártires Trophimo, Sabatio y Dorymedont y la muerte del Príncipe Ortodoxo Theodoro y sus hijos David y Constantino, los milagrosos y san Javier
AMOS 8, 4-7
SALMOS 112
1 TIMOTEO 2, 1-8.
Hoy aprendemos como el Señor en su infinita sabiduría nos enseña parábolas o ilustraciones,
Dirigiéndose a los presentes a los apóstoles y tal vez a los creyentes, Jesús narró esta parábola conocida como la del mayordomo infiel, El siervo de esta parábola era el agente autorizado del Señor, pudiendo actuar con la autorización de su Señor, además de tener una carta poder, sabiendo que había llegado a su Señor las noticias de su mala administración, utilizo su tiempo sabiamente para realizar arreglos con los deudores, aunque seguramente llama la atención la astucia del mayordomo, el amo dice que actuó con sagacidad. Los que nos enseña Jesús es que los esfuerzos que realizamos no deben ser desganados, si todos nos preocupamos por utilizar las ganancias de esta tierra para obras útiles y , aun en el caso de este mayordomo astuto, que favoreció a los deudores y fue recibido, ¡con más razón los que trabajan por los bienes espirituales que son eternos!
Destacamos la prudencia la sagacidad, el celo, la previsión de este hombre diligente para un futuro que no conocía, que supo usar sin desviarse de lo legal en lo referente al patrimonio asignado por su Señor. Nosotros debemos aprender como los hijos de este siglo a ser diligentes, a ser sabios y prudentes en los usos y administración de “estas riquezas injustas”, porque conocemos el futuro que nos espera, esta es nuestra bendición, no se encomia en esta ilustración la falta de honradez de este mayordomo, sino se hace prevalecer la astucia con que debemos ejercer en los asuntos que podemos usar como medios para la obra del Señor, sabiendo de antemano el futuro que nos espera, un futuro que es eterno y feliz.
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